Horacio

En un pequeño balcón de un primer piso entre los barrotes asoma la pequeña cabeza de un pequeño  perrito de color marrón y ojos del mismo color sus orejas son muy largas que rocen el suelo de pronto sus oídos captan un sonido deprisa saca la cabeza tirando las macetas derramando la tierra, aquello no le no le preocupó al perro  le atraía más el sonido conocido y se acercó a la puerta con las patas sobre el cristal lloraba  y ladró fuertemente.
La mujer con el tono de enfado si si Horacio pero no vas a entrar.
Los ojos grandes del perro se entristecieron he e metido un gemido lastimoso 
¡Que no le volvió! gritar su ama
Me ha roto las zapatillas sí, sí
Horacio miraba donde su mamá le decía y vi aquello que tanto le gustaba mordisquear.
Sí ladra es la quinta que me ha roto este mes volvió a regañar su ama.
Y no tengo tanto dinero para comprarme otras así que estás castigado y no vas a entrar dentro.
Nuevamente el perrito Gemio  y su mamá con voz suave la llamo y abriendo la puerta de un salto entro volviendo a ladrar.
Horacio mi amor vamos de paseo y poniéndole un collar con una cadena este  muy contento ya que gustaba mucho salir a pasear.
            Fin